AHIJADOS

Dice la Iglesia que cuando no es la Voluntad de Dios que un matrimonio traiga sus propios hijos al mundo, éste puede experimentar de todas formas una gran “fecundidad afectiva” y llegar a tener “hijos del corazón”.
Con mi esposa hemos sabido interpretar esta enseñanza del Catecismo y poco a poco fuimos adoptando ahijados que se suman a los que ya teníamos por la Gracia del Bautismo.
Va éste homenaje especial para todos ustedes: Jazmín, Josefina, Clara, Constanza, Baltasar, Antonella, Dante, Beatriz, Verito y Mirian.

Dios nos ha puesto en sus caminos.
A algunos les llevamos más de veinte años,
A otros tan sólo unos pocos,
Hemos comprendido con Ely,
Que nuestra tarea para con ustedes…,
Es ayudarlos a crecer,
Para que alcancen vuestra autonomía,
Y al fin puedan madurar.
Trabajamos junto a sus padres y hermanos.
No pretendemos quitarles sus lugarares,
Sino tan solo asistirlos,
Desde nuestro humilde posición.
Esa posición de Amigos,
De Tíos Jóvenes,

De Hermanos Mayores,
O como nos gusta a nosotros:

De Padrinos.-