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miércoles, 13 de enero de 2010

DESDE EL BARDO

En medio de este mundo de espíritus infernales del Enero de las Sierras y la Ciudad, me doy con un aviso de un blog amigo que me remite a este cierre de año en la terapia grupal. Me hubiera gustado que el artículo estuviera allí y no aquí pero ya está hecho, y haremos como el misterio de la cibernética lo establece.
A continuación el artículo:

"ULTIMA SESIÓN DE TERAPIA GRUPAL DEL AÑO 2009
Este año he descubierto algo más respecto de la enfermedad... Ya hemos hablado muchas veces sobre el factor estacional.
A mi me da por la euforia en los primeros tiempos del otoño y de la primavera, y a éstos períodos los he bautizado; “los tiempos quiméricos”, de donde cabe destacar que quimera significa una fantasía, una ilusión y hasta un delirio.
Esto es lo que caracteriza estos tiempos, que duran aproximadamente los primeros dos meses de dichas estaciones; Los sueños, las ilusiones, la ideación de proyectos, muchos de ellos poco viables, y la expansividad de mi personalidad, en definitiva; donde lo que es marcado, en ésas épocas, es querer ser algo mas de lo que soy habitualmente. No estar satisfecho con mis logros y aspirar a realizar muchos mas, la mas de las veces prácticamente imposibles.
Pero hacia el final de éstas dos estaciones, lo que he descubierto también, es que le sobreviene una época de toma de consciencia, de pisar tierra, muchas veces también de frustración de aquellas ilusiones anteriores, y con todo esto; un periodo de tristeza, al que he bautizado “El tiempo nostálgico”.
A ésta nostalgia, durante toda mi historia pasada le he tenido tremenda rechazo y sistemáticamente me he evadido de ella a través de diversos vicios:
Primero fue con el alcohol y las fiestas sensuales, después la marihuana y la mítica esotérica. Hoy en día ya he abandonado esas prácticas, pero me sigo evadiendo fundamentalmente por medio de los desórdenes alimenticios (atracones) el consumo excesivo de cigarrillos y fundamentalmente la aislación, el aburrimiento y la reclusión dentro de mi hogar, para dedicarme a la vida introspectiva.
Por ésa etapa estoy atravesando actualmente: La introspección, buena algunas veces, pero perjudicial la mas de las veces, por cuanto me lleva a querer abandonar todo en lo que venía trabajando y dedicarme definitivamente a la vida retirada.
Pero también he descubierto que estos periodos nostálgicos pasan alrededor del mes de estarlos sobrellevando y luego le sobreviene el invierno o en su caso el verano.
El invierno se ha convertido para mí en un periodo de mucha estabilidad, que se caracteriza por una forma de vida laboriosa, disciplinada y realista.
Lo he relacionado con la idea de que en épocas pasadas de la humanidad, el hombre debía salir al frío, para buscar la leña y no podía darse el lujo de abandonarse y quedarse en su casa, porque ese frío lo movilizaba a salir a buscar su calefacción y su comida.
El otro período de estabilidad es el verano, pero se que es sustancialmente distinto al invierno, me resta analizarlo un poco mas y creo que éste verano será determinante para mi estudio, pero puedo adelantarme un tanto, en base a mis experiencias pasadas, diciendo que es también un periodo de estabilidad pero en medio del descanso y la relajación.
Mucha vida social, al igual que en el invierno, pero en lugar de ser las relaciones sociales vinculadas a lo laboral, como en el tiempo del frío, en el verano las relaciones son más de tipo recreativas."
Leandro J. Alippi

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