IDEOLOGÍAS

Domingo a la mañana, 9:03 hs. ¡Por fin se largo la lluvia! El calor de los días pasados estaba insoportable. Me tenían con el ánimo por el piso.
Y quiero escribir y no se qué, entonces acudo a un viejo método que utilizo cuando no estoy demasiado inspirado: Aunque ustedes se rían; me valgo de la Oración.
Y la Oración es un diálogo, dicen los curas, que utilizo mucho cuando estoy meditando, así, bien a la Occidental, es decir analizando y reflexionando…, para nada dejando la mente en blanco, sino concentrándola en lo que está pasando por mi mente. Comienzo entonces a percibir unos pensamientos que me dictan palabras, palabras que son disparadores para continuar el hilo del razonamiento y la meditación. Esos pensamientos ya hace mucho tiempo, se que no me pertenecen y con la Fe que me caracteriza, los considero una de las formas como Dios se comunica conmigo.
Y hoy siente mi corazón que Él me dice:
-¿Vas a comenzar a contar tu drama laboral? ¿No lo has contado ya varias veces?
-Pues si lo he escrito en innumerables oportunidades y no se si tengo ganas de seguir contándolo. Pero lo que si deseo contar es esto de las ideologías que estaba pensando ayer.
Me estuve dando cuenta que son justamente nuestras ideologías, tanto las políticas, como las sociales, las económicas e incluso las religiosas, las que nos dan las grandes causas para luchar en la vida.
Hace tiempo que me he dado cuenta que mis ideologías políticas no me llevan a la arena de la militancia, es más: No creo en los políticos. Sin embargo se que hago política de algún modo, defiendo la línea de centro, con una cierta tendencia hacia la izquierda.
Y qué es esto de defender el centro: Pues una extensión de esa lucha íntima y personal por encontrar el equilibrio o la ecuanimidad.
En lo político, veo que un país no puede ser del primer mundo, si no sigue una economía de mercado, basada en la industrialización y el comercio interno e internacional. Se que se necesita de los capitales nacionales e internacionales, pero por encima de todo, de la estabilidad Institucional, de los sistemas financieros, del crédito y de una moneda nacional fuerte y también estable. Todo esto para dar la suficiente confianza a los inversionistas. Y lo que nos falta sobremanera a los Argentinos es esa estabilidad, en especial la Institucional. Esto no fomenta en modo alguno, a ningún capitalista para que invierta en las Industrias.
¿Y por qué debe ser el capitalista el dueño de los medios de producción?
Pues sencillamente porque de serlo el Estado, como lo ha sido la Argentina durante muchos años, no se alcanza “la efectividad” necesaria que requiere el mundo actual, ya que es demasiado compleja la máquina burocrática, y no puede ofrecer, bajo ningún punto de vista, productos, servicios, ni precios competitivos, como para que exista un fluido comercio nacional e internacional, que haga crecer, por medio del flujo de la liquidez, los bancos y el ingreso de divisas, a la economía del País.
Esto se debe, en gran medida a la pobre educación cívica del conjunto de la población, que no ve al Estado como un Organismo Suprapersonal que debería tener de por si en mira el bienestar general, sino que lo ve como un objeto para ser “utilizado” hasta en sus últimas reservas.
Eh aquí el origen de la corrupción. Corromper el fin trascendente del Estado y hacerlo virar del fin común, a un fin consecuente y al servicio personal.
Ahora bien, todos éstos postulados son de la política liberal de derecha.
¿Por qué decíamos entonces que defendíamos el Centro?
Pues porque también estamos de acuerdo con algunos postulados de la izquierda política.
No nos gusta la desigualdad de las clases sociales, y estas desigualdades nos han producido durante toda la vida verdadera angustia.
Creo que mas que continuar hablando de la desigualdad de clases sociales, debemos comenzar a hablar de “grupos de personas”.
Los grupos de personas que se ven sumamente perjudicados por las economías en vías de desarrollo y por las democracias incipientes, son los grupos de personas vulnerables.
¿Y a quiénes podemos incluir dentro de los grupos de personas vulnerables?
Pues a cada vez más…:

-Menores en situación de riesgo social.
-Pobres.
-Pueblos Originarios.
-Madres solas y menores madres.
-Personas con capacidades diferentes.
-Desocupados mayores de 40 años.
-Familias víctimas del maltrato y del delito.
-Amas de casa divorciadas.
-Ancianos.
-Mujeres en desventaja social y laboral
-Campesinos sin tierras.
-Enfermos crónicos.
-Drogadictos.
-Etc. etc. etc.

Casi todos estos grupos de personas están excluidos del Sistema Social y Laboral, por lo que no basta con brindarles planes sociales que les otorguen unos pocos pesos y que les fomenten la marginalidad y mas exclusión, sino que resulta necesario, además del plan social, un programa completo para la reinserción social y laboral definitiva.
Sobre cada grupo de personas vulnerables, se impone un estudio minucioso de las desventajas que padece y sus necesidades básicas, con miras a la inclusión.
Los diversos programas deberían prever una primera etapa de asistencialismo a los fines de cubrir las necesidades urgentes de estos grupos poblacionales, para luego continuar con una adecuada orientación vocacional, capacitación laboral y cultural, una posterior rehabilitación, que les permita la incorporación progresiva de la adecuada disciplina necesaria para todo trabajo y finalmente la tan ansiada reinserción laboral, principalmente a través de Organizaciones Comunitarias, como las OSC, debidamente coordinadas y subsidiadas por el Estado.
Al último, el trabajo protegido, por ejemplo en talleres especiales de tipo cooperativos o asociativos, debidamente coordinados por un equipo multidisciplinario de profesionales y técnicos que apunten a una organización de tipo empresarial y a la obtención de productos y servicios de calidad y a precios competitivos.
Este equipo, podría ser de empleados públicos o privados, remunerados, éstos últimos por medio de los sistemas solidarios, como el de la Seguridad Social y el Previsional y por supuesto también, el Impositivo.
De ésta manera todo el conjunto de la Sociedad; empresarios, políticos, funcionarios, inversionistas y trabajadores, serían responsables de sostener y fomentar la inclusión de todos sus miembros mas vulnerables.
Todo esto es objeto de estudio de los Derechos Humanos de tercera generación, llamados Derechos Sociales. Y podrían ser la materia propia de una Política Socialista moderna, que abandonara el discurso setentista y que solo divide mas y mas al Pueblo y que denuncia una y otra vez, el imperialismo capitalista y la injusticia social que se produce entre ricos y pobres, promoviendo el resentimiento mutuo entre unos y otros, en lugar de lograr una visión mas solidaria y una adecuada responsabilidad social empresarial e institucional.