SOBRE LOS DOS CONSERVADURISMOS

Pueblo Alberdi, 21 de abril de 2010

Querido Baltasar:

Con respecto a la carta misteriosa, te agradezco tu pronta respuesta, me encantaron tus conceptos. Veo que no sos en absoluto analfabeto político, dentro de los cuales me he incluido en alguna medida yo mismo. Eso me gusta y lo voy a poner de manifiesto cuando publique tus comentarios. Cada uno en su lugar. Yo publiqué ese reconocimiento que muchas veces me siento como tal, y eso es solo cosa mía y porque soy muy exigente conmigo mismo. No me basta saber unas cuantas teorías políticas de refilón, para no sentirme como ese analfabeto. Considero que debería leer varios diarios y ver o escuchar muchos noticieros. Ya me reivindicaré en su oportunidad de otra manera, por ejemplo señalando como una de mis fortalezas mi compromiso social (otra manera de ser militante).

Por ahora vos me estas enseñando muchas cosas, como las que nos enseñaste en tu taller, sobre las corrientes históricas oficialista y revisionista. Y te agradezco mucho por ello.

Y para ir un poco más allá y realizar un verdadero intercambio cultural. Por si no te lo he dicho antes, otra de mis fortalezas es que siempre como una especie de psicólogo nato, y aclaro meramente "idóneo".

Y en ese conocimiento de psicología, lo que me ha servido de mucho es el estudio del Eneagrama, una técnica psicológica que estudian algunos curas como los mercedarios o los jesuitas. Por medio de ella, se caracterizan a las personalidades según nueve tipos diferentes. Yo soy aquel tipo (eneatipo) al que se lo suele denominar: "el artista", y ya casi no me quedan dudas de que vos serías de eneatipo cinco, denominado entre otras formas: "el especialista", también llamado el profundo. Una de éstas cualidades del especialista sería esto que le gusta trabajar solo en "su estudio" y es quien tiene las opiniones mas autorizadas en las materias que estudia.

Mi querido amigo, usted todavía es muy joven y no tiene ninguna "especialidad" académica. Pero quiero decirle, ya que lo que nos une a todos nosotros, es nada más y nada menos, que "la enseñanza mutua", (aún cuando el maestro pueda llegar a ser un niño y el aprendiz un abuelo).

Lo que quiero decirle y pretendo enseñarle es que no solo cursamos en la Universidad Nacional o Católica, sino que cursamos la mayoría de los seres humanos, LA UNIVERSIDAD DE LA VIDA y en ésta los títulos que obtenemos, como así también las especialidades y doctorados, son meramente de hecho u honorarias.-

Usted se está haciendo merecedor del título honorario de Estudioso de las Ciencias Políticas. Además está mostrando ser partidario del viejo conservadurismo liberal demócrata y por cierto Aristocrático. De esta Aristocracia le viene su segundo tema de estudio, La Genealogía.

Lo que no me queda muy claro y que usted me puede informar es qué diferencia había entre los conservadores clericalitas, como también lo ha demostrado ser usted y los conservadores anticlericales. ¿Ambos grupos políticos eran conservadores por ser Aristocráticos? ¿Existían conservadores católicos que desde el punto de vista económico adscribían al liberalismo? Estos temas son los que me han llamado la atención durante mucho tiempo.

Y estas preguntas, junto a su clase de ayer en el taller, me disparan otra serie de preguntas:

Si usted menciono en su clase y en su comentario a la carta misteriosa, que antes de la generación del 80 La Argentina era paupérrima, y con solamente un millón de habitantes (criollos) y por lo que ésta generación abrió la inmigración a Capitales Ingleses y a mano de obra Italiana y Española, a la que le agregaría y no a los fines cronológicos, sino demográficos, las otras colectividades como la árabe, la judía, la alemana etc...., "La identidad" de esta Argentina Contemporánea, es la de las Bases de Alberdi, conservadora y liberal, o la del famoso Crisol de Razas a la que se dio lugar después? sobre la que deberíamos investigar mucho mas para caracterizarla.

Le agradeceré sus comentarios.

Un saludo afectuoso.

Dr. Leandro Javier Alippi

  Abogado y Creativo

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Nueva Córdoba 25 de Abril de 2010

Amigo Leandro:

Me has preguntado por algo muy caro para mí. Porque me preguntas sobre el conservadurismo argentino, y este está dividido en dos grandes ramas: el tradicionalista clerical y el liberal escéptico. Por tradicionalista clerical entiendo a aquellos que abogaban por mantener bien firmes las tradiciones hispano-católicas y el sentimiento americano. Por el liberal escéptico entiendo por aquellos que querían modernizar y europeizar al país, fomentando el proyecto de Alberdi en las "Bases", y que tenían una visión más bien escéptica en materia religiosa. Estos dos conservadurismos se enfrentaron durante la Generación del 80, pero no eran del todo excluyentes. Había algunos que tenían algo de cada corriente. Dentro de la tradicional clerical estaban entre otros: José Hernández, Pedro Goyena, José Manuel Estrada, Manuel Pizarro, entre otros. En la liberal escéptica estaban: Sarmiento, Eduardo Wilde, Miguel Cané, Miguel Juárez Célman, Marcos Juárez, Ramón Cárcano, etc...En una posición intermedia estaban Julio Argentino Roca y Delfín Gallo, entre otros. Ahora bien, dentro de la Generación del 80, convivieron ambas corrientes. Pero, cuidado, insisto en que no eran excluyentes del todo. La lucha entre ambas corrientes se dio en los debates parlamentarios y periodísticos en las presidencias de Roca y Juárez Célman, por las leyes de Educación y Matrimonio Civil. En lo personal yo me siento en una posición intermedia entre ambos conservadurismos. Por el tradicional clerical me gusta su deseo de conservar las raíces hispano-católicas. Por el liberal escéptico me gusta el optimismo y la magnífica obra material, económica, social y civil, y haber hecho que Argentina pasara de ser un país pobrísimo a una potencia mundial.

Por lo pronto yo concilio ambas corrientes con un escrito que leí de Bidart Campos de Derecho Constitucional. Según él hay tres tipos de Estados en materia religiosa. Están el religioso, secular y el laico. Un Estado religioso declara que una determinada religión, en Argentina la católica, es la verdadera y prohíbe cultos distintos. Yo no apruebo la religiosa porque contradice la posición conservadora liberal de que debe haber libertad civil y religiosa. Luego está el laico, que dice que el Estado debe ser neutral y que todas las religiones son iguales. Yo no apruebo el laico, porque contradice la posición conservadora clerical, de que el catolicismo es la verdadera religión, y por lo tanto no es igual a las otras religiones. Entonces, ¿Como concilio ambos conservadurismos? Los concilio con el Estado Secular. Un Estado Secular proclama que hay una religión verdadera y oficial, en Argentina la católica, y por lo tanto es superior a las demás, pero que entendiendo que el hombre es libre y con derechos de seguir su conciencia, declara que se toleran cultos distintos.

Con eso, mantengo la preeminencia católica del conservadurismo clerical, y mantengo la libertad de cultos del conservadurismo liberal.

En una época posterior, y esto lo digo para explicar algunas cosas, el conservadurismo clerical sintió cierto grado de afinación con el peronismo, pero Perón quiso usar la Iglesia para fines políticos. Por razones que no están bien claras, Perón cambió de política y se enfrentó a la Iglesia, y con ello consiguió, a su pesar, que tanto el conservadurismo liberal como el clerical se le opusieran. Pero bueno, si queres te lo explico mejor en otra carta.

SALUDOS AFECTUOSOS.

BALTASAR

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Mi estimado amigo Baltasar:

Muchas gracias por tus aportes. Nos han ilustrado muchísimo. Sin embargo nos queda pendiente ese tema para ver, sobre a quién responderá la Identidad Nacional; al Patriciado o al Crisol de Razas.

Saludos afectuosos.