ESTAMOS ESCRIBIENDO EL NUEVO LIBRO

ESTAMOS ESCRIBIENDO EL NUEVO LIBRO
MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL

Galería de Fotos

Galería de Fotos
Mi ahijada de bautismo Josefina

Mi nueva ahijada Constanza (Una dulce total)

Mi ahijada adoptiva Mirian

Mis ahijados adoptivos Dante y Antuan Etian

Flor Serrana con mi ahijado adoptivo Baltasar

Mis otros ahijados adoptivos: Fabio y Beatriz

domingo, 25 de abril de 2010

INSATISFACCIÓN

Uno siente que no puede satisfacerse de modo pleno. El misterio se ha develado: ¡La insatisfacción parece ser crónica y para toda la vida!
¿Pero cómo es esto?
Si nos comparamos con nuestras peores épocas, nos sentimos como que nunca hemos estado mas realizados que en nuestro presente. Pero si por el contrario, nos comparamos con lo que nuestros sueños, nuestros anhelos y nuestros deseos nos presentan, nos ofrecen, nos exigen, para que alcancemos algún día en nuestra vida, pareciera como que nos faltara muchísimo camino por recorrer, se nos van las fuerzas, lo cual nos produce desasosiego, cansancio y por momentos, hasta ganas de morirnos ahí nomás.
El tema es que da la sensación de que estuviéramos escalando una montaña. Si nos concentramos en lo que nos falta para llegar a la cima, si es que nos falta mucho, podemos desanimamos y hasta nos llega a invadir el terror. Ese miedo casi pánico que es susceptible de inmovilizarnos por completo y no dejarnos avanzar mas, o peor aún; nos hace esconder en una cueva, para no querer salir ya nunca mas a enfrentar la vida que tenemos por delante.
En cambio, si somos capaces de mirar hacia abajo, hacia nuestro punto de partida, veremos todo lo que hemos ascendido y si logramos reconocer nuestro propio mérito, podremos cobrar vida otra vez, un nuevo ímpetu que nos da ganas de armar el equipaje, colocarnos nuestra pesada mochila y seguir hacia arriba, no preocupándonos mas por nuestro cansancio.
Ya habremos descansado lo suficiente como para haber recuperado las fuerzas que nos faltaban para seguir subiendo hasta el próximo refugio.
En nuestro recreo, mientras repasábamos las sensaciones negativas y positivas, mientras meditábamos, llegamos a comprender de qué se trata todo el dilema:
Nos cuesta concentrarnos en nuestro presente y valorarlo como es debido, porque en nuestra mochila transportamos una piedra que simboliza determinada carencia, y nuestra carga nos acompañará durante toda la vida y solo la despeñaremos cuando luego de alcanzar la cima hayamos plantado al fin la bandera de la templanza y estemos en condición de sentir que la piedra se transforma en el rostro del que siempre estuvo presente dentro nuestro, pero tan solo en Espíritu.

No hay comentarios: